miércoles, 1 de abril de 2015

La ciudad de los prodigios - Eduardo Mendoza

     Éste es sin duda una de mis libros de cabecera, absolutamente imprescindible en mi biblioteca. El estilo de Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) es sencillo, claro, utilizando desde los registros más coloquiales hasta los más cultos, pero en su justa medida y en el contexto adecuado. Y ésta es la obra considerada por muchos (entre los que me cuento) su obra maestra. "La ciudad de los prodigios" (Seix Barral, 1986) no fue una novela escrita de un tirón. Según nos cuenta el propio autor, fue interrumpida en varias ocasiones, y retomada de nuevo a lo largo de varios años. Quizá esa elaboración intermitente tenga que ver con la gran madurez de estilo y desarrollo que muestra este excelente libro.

     La historia se ambienta en Barcelona, en el período comprendido entre las dos grandes exposiciones universales de 1888 y 1929. Aquí aparece el personaje central del libro, Onofre Bouvila, inicialmente un niño de las capas sociales más pobres, que debe ingeniárselas para salir adelante cada día en un ambiente hostil y muy violento. Onofre cuenta como arma con su astucia, su gran inteligencia unida a la falta de escrúpulos. Esta combinación, a lo largo de los distintos hechos narrados en la novela, lo encumbrarán hasta conseguir riqueza, fama y poder, llegando a ser uno de los hombres más influyentes del país. Su relaciones con jefes de mafias locales, diversas operaciones de especulación inmobiliaria (vaya, ¿a qué me suena?) y su crueldad lo llevarán a lo más alto, pero también jugarán en su contra cuando gire la tortilla.

     Estamos ante una novela realmente magistral, que controla en todo momento el pulso argumental de forma que la presentación, el desarrollo y el desenlace de los hechos narrados forman un todo en que ninguno desmerece. Como dije al inicio de esta reseña, para mí una de las grandes novelas que he tenido el privilegio de leer.

   

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