miércoles, 28 de octubre de 2015

Voces de Chernóbil - Svetlana Alexievich

     Cuando se falló el premio Nóbel de literatura de este año, muchos de nosotros conocimos el nombre de esta autora bielorrusa, de la que desafortunadamente muy poco podemos leer en castellano. Esperamos que en breve contemos con la traducción de gran parte de su obra, ya que estamos ante una escritora de enorme talento capaz de expresar sentimientos muy complejos. Svetlana Alexievich (Stanislav, Bielorrusia, 1948) es una prestigiosa periodista, escritora y ensayista cuya obra se ha caracterizado por su crítica hacia las estructuras más rancias de la antigua Unión Soviética y su influencia y consecuencias sobre sus habitantes. Se licenció en periodismo en la universidad de Minsk, y ha desarrollado su actividad en este campo en diferentes periódicos de su país. En el terreno literario, Ha creado su propio estilo mediante lo que ella denomina "novelas de voces". Se trata de darle la palabra como narrador a los ciudadanos de "a pie", los mismos que han sido silenciados de forma reiterada durante décadas de férrea represión desde el estalinismo y hasta la caída definitiva del bloque comunista soviético. Ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Premio Nacional del Círculo de Críticos de Estados Unidos en 2006, por la obra que vamos a reseñar a continuación. De hecho, Svertlana Alexievich sonaba como firme candidata al Nóbel desde hace varios años.

     "Voces de Chernóbil" (Siglo XXI, 2006) fue publicado en su país en 1997, coincidiendo con el décimo aniversario del desastre nuclear que asoló grandes zonas colindantes a la central de Chernóbil y provocó nubes radioactivas que envenenaron una parte importante del territorio europeo. Mucho se ha escrito sobre el accidente. En pleno proceso de cambio social bajo el mandato de Gorbachov, La URSS demostró el profundo asentamiento de sus valores estalinistas mediante un tratamiento de silencio, mentiras y sacrificios humanos reiterados para tratar de controlar un accidente de tal magnitud que escapaba de su control. Sin embargo la obra, como la propia autora describe, no pretende hablar de las causas del accidente, sino dar voz a aquellos que sufrieron, siguen sufriendo y sufrirán  las consecuencias de el desastre. Nos encontramos ante una serie de monólogos y reflexiones realizados por campesinos, físicos, vecinos cercanos a la central, "liquidadores" que fueron reclutados para las primeras tareas de limpieza, firmando así su sentencia de muerte, sus esposas e hijos, maestros, periodistas, fotógrafos. responsables del partido en la zona... En definitiva, seres humanos que vieron trastocadas sus vidas para siempre a raíz de este hecho. Y, de forma más terrible, que ven como se trastocarán las vidas de aquellos que les precederán durante generaciones. Nacimiento de niños con malformaciones y enfermedades, niveles de cáncer muchos órdenes de magnitud superiores a los normales, evacuaciones, pérdida de sus seres queridos, de sus casas y sus tierras...    Un testimonio aterrador, desgarrador y que nos muestra una situación profundamente injusta e incomprensible. Como nos dicen algunos de los protagonistas, los habían preparado durante muchos años para la guerra. Pero nadie les preparó para una muerte que se presentaba escondida entre el cielo azul, el agua de los ríos o las cosechas que recogían en sus huertos. 

     Sin lugar a dudas, hacía mucho tiempo que un libro no me había conmovido tanto. Algunos de los testimonios, sobretodo aquellos que nos narran como un amor casi infinito estuvo presente sin descanso durante la destrucción, terrible y agónica de los seres queridos, me afectaron hasta hacer brotar lágrimas de tristeza y de rabia. Como la propia autora ha comentado en alguna ocasión, se trata de un descenso a los infiernos humanos, los que nos rodean, mucho más cerca de lo que queremos aceptar. Desolador, desgarrador y maravilloso libro. De esos que deberíamos leer para comprender y aceptar muchas cosas. La calidad de la prosa es, simplemente, magistral. Espero con enorme impaciencia la traducción del resto de la obra de esta escritora, que me ha llegado hasta lo más profundo. 

domingo, 18 de octubre de 2015

¿Hay vida en la Tierra? - Juan Villoro

     Juan Villoro Ruiz (Ciudad de México, 1956) es uno de esos fenómenos de intensa actividad escritora que encontramos de vez en cuando en la literatura. Escritor, periodista, guionista de radio y televisión, profesor universitario, agregado cultural en la embajada mexicana en Berlín, cronista deportivo... Villoro ha tocado muchas teclas distintas, y actualmente es considerado en su país como un referente del mundo cultural. Estudió Sociología y Literatura en la universidad autónoma de DF, y ha impartido clases como profesor invitado en Yale, Boston, Pompeu Fabra y Princenton. Vivió en Barcelona y en Berlín durante varios años de su dilatada y polifacética carrera, aunque siempre se ha definido como un arquetipo del mexicano medio, con sus virtudes y defectos, pero con toda su idiosincrasia. Buen aficionado al rock, incluso compuso dos temas que fueron interpretados por el grupo Café Tacuba para la banda sonora de la película "Vivir mata", de Nicolás Echeverría.

     "¿Hay vida en la Tierra?" (Anagrama, 2014) es una recopilación de 100 columnas periodísticas, escritas entre 1995 y 2012 en diferentes publicaciones, que tratan de muy diversos temas. En casi todos ellos, Villoro trata de plasmar mediante una prosa impecable, inteligente y divertida, una serie de reflexiones sobre hechos cotidianos que, en muchos casos, se basan en vivencias propias del escritor. Su familia, sus amigos más cercanos, anécdotas sobre sus viajes, el carácter típico mexicano o, simplemente, cualquier situación que se haya dado a su alrededor le ha servido al autor para componer estos pequeños escritos, llenos de agudeza, algunos hilarantes, otros con mucho más trasfondo del que una lectura rápida alcanza a ver, pero en su mayor parte muy divertidos e ingeniosos. Como el propio autor indica en el prólogo de la obra, "No he querido construir cuentos sino buscarlos en la vida que pasa como un rumor de fondo". 

     En muchas ocasiones, en el formato de columna periodística la necesidad de ser o parecer ingenioso marca el estilo de lo que se está contando y de cómo se está contando. Este es uno de esos casos en que el ingenio surge como algo natural, no forzado por la necesidad de ser gracioso o de mostrar una profundidad artificial. Juan Villoro está curtido en muchas guerras de expresión literaria, y su prosa es concreta, elegante y ágil. Su forma de narrar algunas de las situaciones que nos cuenta en sus historias me ha hecho arrancar un buen número de carcajadas a lo largo del libro, y algunas historias han provocado también que reflexionara sobre las situaciones expuestas. Sin duda, un lector mexicano paladeará con mayor profundidad una parte de la obra, dado que expone de manera explícita el carácter, prejuicios y tradiciones de su país. Sin embargo, se trata de una lectura interesante y divertida que recomiendo a cualquiera que le guste disfrutar de una buena prosa escrita por un excelente escritor

jueves, 1 de octubre de 2015

La piel fría - Albert Sánchez Piñol

     Albert Sánchez Piñol (Barcelona, 1965) es un antropólogo, escritor y ensayista barcelonés. La mayor parte de su producción literaria está escrita en catalán. Es miembro el Centro de Estudios Africanos, y ha colaborado como especialista en la redacción de anuarios para enciclopedias.

     "La piel fría" (Edhasa, 2005) es la primera novela de su autor, y desde su aparición ha recibido muy buenas críticas y una excelente acogida por parte de los muchos lectores que ya la han disfrutado. Fue escrita originalmente en catalán, y publicada en 2002. Tres años más tarde fue traducida al castellano y editada por Edhasa, a la vez que se vendían sus derechos a muchos idiomas y se preparaba el guión para una adaptación cinematográfica que todavía no ha visto la luz. 

     La historia nos la narra un ex-guerrillero irlandés que cansado y desmotivado decide trabajar como técnico atmosférico  en una isla pequeña y perdida, en la que supuestamente tendrá que recoger datos durante un año hasta que sea sustituido por su sucesor.  En la isla sólo existe la casa que le ha sido asignada y un faro, ocupado por el responsable del mismo Battis Caffó, un alemán algo enajenado y de trato duro que vive en el propio faro. Tras la marcha del barco que lo llevó hasta la isla, y ante la poca cordialidad de su vecino farero, nuestro protagonista se enfrenta en su primera noche al asalto de unas extrañas criaturas surgidas del mar, de forma antropomórfica y piel fría, que intentan matarlo. Tras sobrevivir al ataque, comprende que el único lugar en que es posible su defensa es en el faro, de aspecto inexpugnable, pero para ello deberá convencer a Caffó, que no está por la labor de aceptar invitados. Tras conocer a Aneris ("sirena" al revés), una "carasapo" hembra que está al servicio de Caffó, consigue ser aceptado en al faro, donde cada noche tendrán que pensar cómo defenderse ante hordas cada vez mayores de criaturas que intentan acabar con ellos. La situación se irá volviendo cada vez más insostenible, obligando a los hombres a plantearse diferentes estrategias para sobrevivir.

     Viendo el hilo argumental que he descrito, es fácil asumir que estamos ante una historia bastante trillada, con evidentes influencias de los horrores cósmicos del maestro Lovecraft. Con esta idea me enfrenté a este libro, sin grandes expectativas, a pesar de su buenas críticas. Y debo decir que me equivocaba, porque estamos ante una obra considerablemente más compleja de lo que pueda parecer en su sinopsis. La caracterización de los personajes es profunda y bien descrita por el autor, mostrando a través de ellos toda una serie de sentimientos tan humanos como el miedo, el deseo, el dolor, el amor o la desesperación. Las historias personales de cada uno de ellos van a marcar el pulso de una historia en que se entremezclan muchas reflexiones sobre la vida y la muerte, y donde los sentimientos más comunes del ser humano van a ser puestos a prueba en un escenario de pesadilla, claustrofóbico y agobiante. Sin querer establecer comparaciones, en algunos momentos me vino a la memoria aquel magistral "El corazón de las tinieblas" de Conrad. En resumen, en este caso mis expectativas se han visto feliz y ampliamente superadas con este librito de lectura rápida, adictivo y muy bien escrito. Sin duda, muy recomendable.