jueves, 31 de diciembre de 2015

El Reino - Emmanuel Carrère

     Tras unas semanas en que por motivos personales he estado más alejado de la lectura de lo que es habitual en mí, regreso a estas pequeñas reseñas con un curioso e interesante libro.

     Emmanuel Carrère (Paris, 1957) es un escritor, guionista y realizador francés muy conocido en su país, sobretodo desde la aparición de "El adversario" (1998), fenómeno editorial traducido a muchas lenguas que narra a modo casi de periodismo de investigación la vida de Jean-Claude Romand, que asesinó a sus padres, mujer e hijos para preservar la falsa vida que había llevado ante ellos durante veinte años. Esta obra, llevada al cine en más de una ocasión, fue el punto de inflexión que decidió al autor a dejar de escribir novela para centrarse en obras de investigación, eso sí, con un estilo muy personal y utilizando recursos típicos del mundo de la narrativa. Licenciado en Ciencias Políticas y con experiencia como crítico de cine, es un gran aficionado al séptimo arte. En el año 2011 recibió el prestigioso premio Renaudot por su biografía sobre el disidente ruso Limonov, con quien convivió unas semanas en Moscú para preparar su libro.

     "El Reino" (Anagrama, 2015) continúa con la tradición de obras de no-ficción del autor, aunque a veces es realmente difícil enmarcar su estilo en un género concreto, ya que está a caballo entre la investigación histórica, el ensayo y la narrativa, dependiendo de los fragmentos. En el libro, y utilizando como excusa el hecho de que 20 años atrás y en medio de una crisis personal se transformó en un creyente acérrimo, Carrére, desde su visión laica actual, aborda la historia del cristianismo mediante la investigación de los textos evangélicos, con especial atención al Evangelio de Lucas y a los hechos de Pablo. En muchos momentos, el autor ejerce de exégeta, dando una visión muy personal de los textos y de lo que narran. Se entremezclan además, como es habitual en su estilo literario, vivencias y reflexiones personales que intentan enmarcar algunas de sus opiniones. 

    Sabiendo el tema en que se centra el libro, puede no resultar atractivo a los lectores no interesados en estas disquisiciones históricas. Sin embargo, la agilidad y el tono levemente irónico y mundano utilizado hacen que la narración resulte muy entretenida la mayor parte del tiempo. Hay que tener en cuenta que la perspectiva del autor es laica, no pretende en ningún caso "evangelizar" a nadie, sino poner de relieve una serie de investigaciones y reflexiones realizadas por él mismo y por otras personas con las que colaboró en relación con el análisis de los Evangelios. Como en otras de sus obras, Carrère utiliza como recurso la narración de determinadas experiencias personales que a veces actúan como una "repesca" de aquel lector que se aburra, como cuando de pronto y sin venir demasiado a cuento nos explica en este libro sus experiencias con la pornografía a través de internet. Evidentemente, el autor pone bastante de su parte en algunas de las interpretaciones que hace de varios pasajes de los Evangelios, pero esto es precisamente lo que le da al libro su frescura e interés. En definitiva, una obra interesante, que nos enseña algunas cosas y nos da un marco de referencia valioso para profundizar en el tema, si así lo queremos. Muy recomendable. 

jueves, 3 de diciembre de 2015

El secreto de la modelo extraviada - Eduardo Mendoza

     Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) es uno de los grandes novelistas españoles de las últimas décadas. Licenciado en Derecho y con estudios de Sociología, ejerció de abogado para un banco y de traductor en la ONU antes de volcarse completamente en su carrera literaria. Su primera obra, "La verdad sobre el caso Savolta" (1975) lo lanzó a la fama, y es considerada por muchos como la primera gran novela de la transición democrática. En 1978 publicó "El misterio de la cripta embrujada", obra en la que hace su aparición el personaje sin nombre, delincuente de poca monta y pendenciero que sobrevive a fuerza de "echarle morro y paciencia" y que actúa como detective. Este personaje daría lugar a una pentalogía de libros protagonizados por el mismo protagonista, llenos de humor e ironía, el último de los cuales es el que vamos a reseñar hoy. En 1986, Eduardo Mendoza publicó "La ciudad de los prodigios", considerada su obra cumbre, y de la que muchos pensamos que es una obra capital de la narrativa en español de los últimos años.

     "El secreto de la modelo extraviada" (Seix Barral, 2015) es la última obra publicada por el autor hasta la fecha, y la quinta que tiene como protagonista a un personaje sin nombre, pequeño delincuente sin malicia, que se ve envuelto en situaciones a menudo absurdas y que le sirven al autor para realizar una crítica mordaz de la sociedad, en este caso de la alta burguesía catalana acostumbrada a la impunidad por cuestiones económicas e históricas, tema muy de moda en nuestros días. A raíz de un incidente en la calle cuando se dispone a entregar un pedido de comida china, nuestro personaje rememora unos hechos acaecidos veinte años atrás en que se vio involucrado en el asesinato de una joven modelo. El caso no era más que una cortina de humo para tratar de enmascarar una trama de fraude fiscal planeada por un grupo de influyentes empresarios del mundo financiero de Barcelona, que tratarán de "cargarle el mochuelo" a nuestro protagonista. En la segunda parte del libro, que ocurre en la actualidad, se desentrañarán los flecos que quedaron sueltos en toda la historia. Todo ello aderezado con una serie de personajes en muchos casos hilarantes y absurdos que sirven de marco de referencia para realizar una crítica irónica y profunda al funcionamiento de muchas cosas.

     Leer a Eduardo Mendoza siempre es un placer. Su prosa es directa, ágil y de fácil lectura. Su humor es inteligente y está cargado de mucha "mala leche" escrita entre líneas. Se trata de una novela muy divertida, que se lee rápidamente y que arrancará más de una carcajada a lo largo de las situaciones surrealistas a las que se enfrenta el personaje principal, que, por cierto, no tiene un pelo de tonto. Para leer una novela bien escrita y pasar un buen rato, recomiendo esta opción sin dudarlo.