En este caso, voy a comentar brevemente de uno de esos libros que tenía pendientes desde hace muchos años, y que por uno u otro motivo nunca acertaba a leer. Se trata de uno de los grandes clásicos de la novela detectivesca inglesa, considerada por muchos como una de las mejores obras del género en su país.
Edmund Crispin (Inglaterra, 1921-1978), pseudónimo de Robert Bruce Montgomery, fue un escritor, compositor y crítico literario inglés que se especializó en el terreno musical en el género sacro y en el literario en la novela policíaca. Estudió en el afamado Saint John´s College de Oxford, donde fue nombrado maestro del coro y organista. Allí entabló amistad con Kingsley Amis, futuro escritor y padre del también escritor Martin Amis, por quien ya he mostrado mi debilidad en otras reseñas. Crispin, apasionado de la novela policíaca, creó a su personaje Gervase Fen, excéntrico profesor de literatura inglesa con inclinaciones detectivescas, protagonista de la novela de la que hablaremos hoy. También escribió guiones y folletines radiofónicos, además de ejercer como crítico del Sunday Times de obras policíacas y de ciencia ficción.
"La juguetería errante" (Impedimenta, 2011) se publicó originalmente en 1946, y está ambientada en Oxford unos años antes, a finales de los años 30. La historia se inicia cuando Cadogan, un poeta de mediana edad que decide tomarse unos días de vacaciones en Oxford, llega a la ciudad de madrugada. Paseando por una calle, observa una juguetería que tiene la puerta abierta, y decide entrar para avisar al dueño de su descuido. En una habitación, encontrará el cadáver de una mujer estrangulada, y antes de salir aterrado por su descubrimiento, recibe un fuerte golpe en la cabeza que le hará perder el conocimiento. Cadogan se despertará en una habitación de otro inmueble, y tras salir por una ventana abierta, dará inmediato aviso a la policía. Sin embargo, al regresar al lugar, la juguetería ya no existe, y en su lugar hay una tienda de ultramarinos, conocida por los vecinos desde hace tiempo. Por supuesto, no se halla ni rastro del cadáver. Cadogan explicará su historia a un viejo compañero, el profesor de literatura inglesa Gervase Fen, un excéntrico y egocéntrico personaje que decidirá investigar el extraño e increíble caso, involucrando a una serie de personajes que participarán a lo largo de la trama hasta su desenlace.
Crispin escribió otras historias con Gervase Fen como protagonista, pero es en "La juguetería errante" donde alcanzará su máximo esplendor. Esta obra es considerada por muchos como una cima en las obras del género. Se trata de una novela francamente divertida, escrita en un tono humorístico y "amable", que hará pasar un buen rato al lector. En mi caso, me quité la espina de tenerla pendiente desde hace años. Para no pensar demasiado y, a la vez, disfrutar de un buena historia, bien desarrollada y sin grandes "aspavientos" argumentales.
Crispin escribió otras historias con Gervase Fen como protagonista, pero es en "La juguetería errante" donde alcanzará su máximo esplendor. Esta obra es considerada por muchos como una cima en las obras del género. Se trata de una novela francamente divertida, escrita en un tono humorístico y "amable", que hará pasar un buen rato al lector. En mi caso, me quité la espina de tenerla pendiente desde hace años. Para no pensar demasiado y, a la vez, disfrutar de un buena historia, bien desarrollada y sin grandes "aspavientos" argumentales.
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