Milan Kundera (Brno, actual República Checa, 1929) es un escritor, profesor de literatura e historia del cine y, por herencia, gran aficionado a la música y compositor ocasional. Si bien algunas de sus obras han querido enmarcarse en su ideología comunista de su juventud (Kundera formó parte y fue expulsado en dos ocasiones del partido comunista), su obra no es en modo alguno "adoctrinante", más bien suele situarse contra cualquier tipo de totalitarismo, dando más importancia a los rasgos psicológicos de sus personajes que a los físicos o incluso a sus hechos. Eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, ha recibido numerosos galardones a lo largo de su dilatada carrera de escritor, siendo probablemente su obra más conocida "La insoportable levedad del ser" (1984), que ha sido traducida a más de 20 idiomas. En 1975, tras una serie de desencuentros y prohibiciones por parte del gobierno de su Checoslovaquia natal, Kundera se traslada a Francia y adquiere la ciudadanía francesa. Es en este país donde el autor imparte clases de literatura en varias universidades, y desde 1993 su producción literaria es exclusivamente en lengua francesa. Actualmente reside en París.
"La fiesta de la insignificancia" (Tusquets, 2015) es un curioso ejercicio literario cercano al surrealismo, a la mordacidad y el cinismo, en muchos momentos esperpéntica y, como es habitual en la obra del autor, con un cierto contenido de "manual ético" de trasfondo. Se trata de un librito de apenas 130 páginas -eso con una fuente de letra bastante generosa- que se lee con rapidez, aunque su asimilación ya es bastante más lenta. Tiene como protagonistas a Alain, Ramón, D'Ardelo, Charles y Calibán, que se van a unir en un cóctel de celebración de un cumpleaños junto con otros personajes, todos tocados con un perfil realmente peculiar. Vamos a asistir también a una serie de reflexiones de Stalin, de Kalinin (otro bolchevique con incontinencia urinaria) y de Jruschov en un escenario realmente caótico en muchos momentos, con una colección de dobles sentidos que pone en tela de juicio en que momentos se está tratando un tema desde una perspectiva seria o cómica.
"La fiesta de la inteligencia" es ciertamente un libro inclasificable. En manos de un gran escritor como Kundera, tiene valores distintos, que probablemente dependerán de forma directa del lector y sus interpretaciones. Debo reconocer que no soy un amante de la literatura de este autor. Por supuesto, no me refiero a su forma de escribir, no creo que nadie puede poner en tela de juicio la calidad de la narrativa de Kundera, tiene que ver con los mensajes que capto en ella. En sus obras siempre percibo una cierta "moralina" que no me entusiasma, y, a pesar de lo surrealista de este libro, también encuentro aquí esos apuntes en muchas de las reflexiones de los personajes centrales (me refiero, por supuesto, a los que conformarían la parte "seria" de la novela). Me gusta sumergirme en los pensamientos de personajes complejos, y en este caso, el volumen del libro y su desarrollo no me permiten este ejercicio. En definitiva, no es una obra que haya disfrutado, aunque siempre es un placer leer a un autor de la calidad literaria de Milan Kundera.